FAQ

En 2013 creé mi propia empresa de traducción e interpretación, tras una etapa en el sector público en Bruselas y en el mundo de las start-ups privadas. Trabajo para un amplio abanico de clientes de diversos ámbitos, tanto en traducción como en interpretación. 
Cursé tres carreras universitarias, todas relacionadas con las lenguas, la lingüística y la literatura. Estudié Filología Francesa en la Universidad de Barcelona antes de volar a Montpellier para terminar mi doble licenciatura en Literatura Moderna y Lingüístia en la Universidad Paul Valéry. Me quedé en Francia para ser auxiliar de conversación en secundaria. Después, quise continuar mis estudios con un Máster en Traducción e Interpretación (francés-español) en el ISIT-ICP de París. Un mes después de terminar el máster, me contrataron para trabajar en Bruselas en Delegación de las Islas Baleares ante la UE, donde me encargué de las políticas comunitarias de medio ambiente y PAC e hice el seguimiento del Consejo de Ministros, traduciendo todos los documentos oficiales. Paralelamente, defendí mi proyecto de fin de máster: una tesina de investigación terminológica trilingüe (español-francés-inglés) sobre el compresor, las cámaras de combustión y los módulos de turbina de un motor a reacción (ingeniería aeronáutica), que obtuve con Cum Laude. Tras esta experiencia en el sector público, trabajé por cuenta ajena en una start-up. Empecé a traducir para empresas de comercio electrónico, lo que me dio la oportunidad de profundizar en mis conocimientos de localización, incluida la traducción de varios sitios web. Fue también en esta época, trabajando como Responsable editorial digital, cuando descubrí y exploré el fascinante mundo de la Web 2.0. Además, seguí colaborando con editoriales y escribiendo columnas para periódicos regionales españoles. Mi amor por los idiomas e Internet me llevó a crear ArtiLingua en 2013, donde utilizo mis conocimientos de español, francés y catalán, así como mi experiencia en la web.

Todas las mañanas, me levanto supermotivda. Y pienso que eso es muy importante. La motivación de hacer lo que me gusta, de aprender un poco cada día (creo que de eso se trata), gracias a las traducciones aprendo cosas y eso es algo que disfruto mucho. Cada nuevo encargo de interpretación es un nuevo reto que me alimenta enormemente. Creo que tengo suerte de haber tenido una vida profesional como asalariada en el pasado (en el sector privado y en el público) y conozco las dos formas de trabajar. En realidad fue una elección montar mi propio negocio. Una elección consciente, familiar y profesional. No hay ningún aspecto que no me guste en absoluto. Quizá, si me obligas a decir algo, no me gusta tanto todo el aspecto contable y de gestión empresarial, pero sigue siendo muy fácil de hacer y, si es necesario, me rodeo de buenos profesionales.

Siempre me han gustado los idiomas, desde niña. Mis padres me apuntaron a clases particulares de inglés cuando tenía 6 años. Y no me fue nada mal. Luego, en el instituto, empecé con francés como optativa. Tuve la suerte de pasar dos veranos seguidos en Francia con familias de acogida, la estancia incluía clases de idiomas en colegios. Eran los veranos en los que tenía 15 y 16 años, creo que me abrió los ojos. Fue un amor de adolescente que tuve y ¡lo sigue siendo! No creo que descubriera la profesión, sabía que existía mucho antes de empezar mis estudios universitarios.

Sí, creo que conocía bastante bien el negocio.

La carga de trabajo puede ser irregular el primer año, pero luego empiezas a tener una rotación, los clientes fieles que vuelven cada vez que necesitan una traducción. Por otra parte, uno de los aspectos misteriosos del negocio de la traducción es que, muy a menudo, los plazos son ajustados, te piden que traduzcas un proyecto urgente, así que no te quedan muchos días. Sigo sin entender por qué… No me puedo quejar de la carga de trabajo, al contrario (si no, ya habría cerrado mi empresa), aunque puede haber periodos de grandes picos de trabajo y otros más tranquilos, pero con el tiempo y la retrospectiva, aprendes a gestionar este aspecto.

Siempre me ha resultado difícil dar consejos, porque dependen de las limitaciones personales, la vida familiar, el carácter, etc. Pero yo diría que nunca hay que rendirse, también hay que ser un aprendiz continuo, curioso, abierto, no tener nunca miedo de hacer preguntas a los autores de los textos, a los clientes. Pero yo diría que nunca hay que rendirse, también hay que ser un aprendiz continuo, curioso, abierto, nunca tener miedo de hacer preguntas a los autores de los textos, a los clientes.

En cuanto a las cualidades que hay que tener para desempeñar este trabajo, diría que hay que ser:

  • Organizado
  • Reactivo
  • Curioso

Sí, como cualquier profesión, es posible evolucionar.

Si eres traductor autónomo, puedes optar (en función de la evolución de tu cartera de clientes, de tu volumen de negocio o de tus ganas) por crear una agencia, por ejemplo. Si trabajas en una empresa o eres empleado de una agencia, puedes convertirte en gestor de proyectos. Debes saber que un traductor puede trabajar en campos muy diversos: prensa, banca, comunicación, medicina, audiovisual, jurídico, etc. Por no hablar de que muchos traductores son profesores tanto de idiomas como de traducción. 

En cuanto a los intérpretes, la opción suele ser seguir trabajando como autónomo o presentarse a oposiciones para trabajar en las instituciones. 

Tengo una habitación dedicada en casa. Es mi despacho. Un espacio profesional, como si fuera a algún sitio a trabajar todos los días. Para mí es muy importante tener este espacio, no podría trabajar en una esquina de la mesa del comedor, por ejemplo. Tener un espacio dedicado también significa separar la vida familiar de la vida laboral, y eso es esencial. Hay más concentración, más profesionalidad.
No tengo ninguna anécdota llamativa, no me viene nada a la cabeza mientras escribo, son más bien los comentarios de la gente que no conoce bien el oficio los que a veces me hacen sonreír: hay quien piensa que solo traducimos libros, y otros que creen que no trabajo porque no tengo horarios fijos, ninguna semana es igual a la anterior.